04 julio, 2010

Comida italiana en una íntima taberna


Múnich tiene una colonia italiana importante, por lo que en la ciudad abundan cientos de restaurantes de cocina italiana. En su mayoría, el menú se parece demasiado los unos a los otros, así que siempre me llama la atención cuando alguno sale fuera de la oferta cotidiana. Uno de ellos es el Da Angelo, una taberna pequeña y de luz ténue, con manteles de tela a cuadros y calidez en el trato.

 La propuesta: cocina de la Ischia, con una carta breve de temporada, que se escribe en una pizarra. Los entrantes no son nada del otro mundo: carpaccio, una ensalada... las pastas son deliciosas, especialmente la de trufa blanca... una delicadeza de sabor. La vongole también es muy recomendable. Las carnes son de calidad, pero siempre mejor decantarse por la pasta (para los que solemos consumirla como un segundo plato), ya que realmente allí está su fuerte. La media por comensal en una cena, vino incluído, unos 30 euros.
Muy recomendable.


Da Angelo
Franz-Josephstr. 48
80801 Múnich
Alemania
Teléf.: +49- 089- 271 10 38


5 comentarios:

  1. Has dado en mi debilidad Claudia, pasta a la trufa blanca, mi favorita. Aún recuerdo en la Toscana, concretamente en Fiesole, la primera vez que la tomé, el olor a azufre llegaba desde la cocina a mi mesa al aire libre. Es un sabor que o te encanta o lo repudias. Apuntado ese lugar por si la vida me lleva a la Bavaria una vez más.

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  2. Claudia, qué bien que hayas encontrado un italiano que no sea una vulgaridad. Aquí, en Bruselas hay cientos de restaurantes italianos, pero el 99% (y me quedo corto) son de una banalidad increíble (en honor a la verdad, pasa lo mismo con los restaurantes belgo-españoles)

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  3. Sí, lo mismo ocurre acá, pasta, pasta con dos o trs cosas muy sosas...

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  4. Sí, Delikat, es una buena opción si algún día vienes, una salida para los que no somos muy amantes de la cocina bábara, jajaja.

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  5. Ummm.. esa pasta con trufa blanca ya merece la pena la visita al restaurante, uno de esos que siempre invitan a alargar la botella del vino, extender la noche con un licor y acompañar a los camareros en el cierre del local.

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